ESTAS SON ALGUNAS RECOMENDACIONES QUE PUEDEN CONSIDERAR LOS PRODUCTORES DESDE EL INICIO HASTA EL FINAL DE LA CAMPAÑA DEL CULTIVO DE SOJA.
La planificación y el seguimiento de los cuidados del cultivo son las claves para el éxito de la cosecha y estos comienzan aún previo a que la semilla llegue a la tierra.
Para los productores, está demás decir que existen varios factores que interfieren en el producto final, como por ejemplo la selección de los cultivos que se vayan a sembrar, la calidad de la siembra, el tipo de manejo, el clima, la importancia de malezas, plagas y enfermedades, entre otros. Sin embargo, ¿cuáles son los consejos para una gestión exitosa y sustentable para así obtener una soja provechosa y rentable en la próxima cosecha?
LA SEMILLA, EL COMIENZO DE TODO
Es necesario utilizar una semilla certificada adaptada a la región y de calidad para asegurar una buena germinación, vigor y desarrollo a lo largo de toda la cosecha.
En el momento de planear la siembra de soja, la buena calidad y el rendimiento de la semilla son cuestiones relevantes que el productor agropecuario debe tener presente. Dichos componentes, junto con la fiabilidad, la oferta de un paquete de resoluciones integradas y el apoyo post comercialización, juegan un rol importante en la elección de semillas para este cultivo clave.
SEMBRAR EN ÁREA LIBRE DE MALEZAS
Las malezas le quitan a la soja el agua, la luz y los nutrientes que requiere. Por eso la limpieza es vital para evitar que las malezas le quiten estos recursos al cultivo para el buen desarrollo del mismo. Sin mencionar que también se necesita verificar el lapso de acción de los herbicidas antes de iniciar a plantar.
CALIDAD DE SIEMBRA
La velocidad ideal de la máquina debería ser de aproximadamente 5 kilómetros por hora en promedio, y además el productor debería planear la actividad y observar el clima para evitar contratiempos. El incremento de la velocidad puede ocasionar fallas en la siembra, cultivos mal distribuidos, o hasta menos cultivos. Así como también mala repartición del espacio o un menor rendimiento por hectárea.
EL CLIMA
La administración eficiente debe considerar una suma de factores, donde tiene que estar incluido el clima, previamente y a lo largo del cuidado del cultivo. Escoger los mejores productos, los tiempos de aplicación, la calidad de los equipos de trabajo y la formación del individuo que está llevando a cabo la aplicación son claves para poder. Se debe tener en cuenta que los fuertes vientos también dañan el resultado final y tienen la posibilidad de mover el objetivo que se va a focalizar. Generalmente, la temperatura óptima para la aplicación de soluciones es de entre 20ºC y 30ºC y la humedad relativa del aire superior al 60%.
CONTROL DE LAS MALEZAS
Hoy en día las malezas están en constante cambio. Actualmente se pudieron encontrar inconvenientes en cuanto a la pérdida de susceptibilidad de parte de varias especies a diferentes herbicidas. Previamente, a lo largo y luego de la siembra, el agricultor debe continuar monitoreando y actuar siempre que sea necesario. La aplicación puede desarrollarse al poco tiempo de la emergencia en regiones cultivadas con soja tolerante a herbicidas, o si se aplican productos selectivos para el cultivo. Esta medida ayuda a favorecer el desarrollo del cultivo.
MONITOREO DE PLAGAS
El amaneramiento de plagas, como orugas, chinches, coleópteros, entre otros, puede suceder desde el inicio del desarrollo del cultivo. El tratamiento de semillas y las inspecciones en el cultivo se pueden llevar a cabo continuamente por medio de la utilización de recursos que indiquen la infección del área de plagas. Después, se va a poder conceptualizar la necesidad de uso de insecticidas.
ROTACIÓN DE SOLUCIONES Y COMPONENTES ACTIVOS
La utilización constante de soluciones con el mismo componente activo o con el mismo mecanismo de acción puede hacer que las malezas, plagas y enfermedades se hagan resistentes, lo cual dificulta su control. Debería practicarse la utilización de herramientas que logren posponer la aparición de plantas resistentes. Es fundamental la rotación en la utilización de tecnologías con diferentes mecanismos de acción. Disminuyendo así el peligro de resistencia, posibilitando un cultivo más sano e incrementando la longevidad del mismo.